lunes, 30 de enero de 2017

Los que ignoran catan Gaba do Xil

No había leído nada de Roberto Alhambra, pero el que hubiese escrito varias novela en el mundo de Glorantha, me atraía poderosamente. Llevaba ya algún tiempo detrás de estas novelas, pero aprovechando la pasada FFF'16 y la presencia allí del autor, aproveché para comprar la nueva edición de este "Los que Ignoran" a un precio excepcional y, por supuesto, con dedicatoria. Me encontré además con un compañero al que hacía, por lo menos, 10 años que no veía (de hecho fue a él a quien compré el libro), así que la visita a la feria fue más que fructífera.
Y, en este caso, y teniendo en cuenta que Roberto reside actualmente en Ourense, decidí acompañar la novela con un vino de aquellas tierras para que él, que siempre está liado con sus Books and Beers, se anime a darle una oportunidad también al vino que tiene por allí. Se trata del Gaba do Xil de Telmo Rodríguez.

La trama, en principio, es bastante sencilla de resumir:
El imperio ha llegado a un nuevo continente allende los mares y pretende colonizarlo. Para ello ha enviado al almirante Alara para que inicie los trabajos de recolección de materias primas y supervise a los nativos. Evidentemente, se encontrará con una sorpresa.
Por otro lado nos encontraremos con los Guinakos, el antiguo reino que se rindió y anexionó al imperio, que quieren ahora recuperar su independencia.
Más no puedo contar.

Para empezar diré que me ha sorprendido el estilo de Roberto. Había leído en múltiples sitios que era muy parecido al de Joe Abercrombie, no en vano el autor se declara ferviente admirador de @LordGrimdark. A raíz de esto, decidí leer La primera Ley, a fin de comprobarlo e IMHO, no es así. Y fíjate que te digo, que me gusta más como escribe Alhambra que Abercrombie. No es que este último lo haga mal, válgame el cielo, pero su estilo me resulta mucho más simplón y acomodaticio. Es más depurado en Alhambra, marcando muy bien los tempos y provocando una lectura rápida y muy ágil pero que se debe embocar como un buen vino. En el caso de Abercrombie, la lectura me parece de carrerilla, entra sola, sin proponértelo, mientras que el autor de Los que Ignoran parece medir mejor las palabras y las pausas.
Vale, es cierto que hay algún parecido más que evidente entre cierto personaje de Los que ignoran y otro de La Primera Ley pero, ¿y qué?, está realmente bien logrado y el carisma del personaje en cuestión es apabullante (en ambos casos).
Y ya que he mencionado lo que su lectura se debe degustar como un buen vino... me anime a abrir una botella de Gaba do Xil, añada 2015 que tenía en casa. Vino monovarietal de uva Modelo de la D.O. Valdeorras y con un porcentaje de alcohol de 13,5º (7€).
El color que presentaba en la copa era de un amarillo pajizo con tonalidades verdosas y un robe transparente. Límpido y cristalino, sin turbidez ni defectos de color.
Al probarlo me inundo una explosión de manzana, pera, ciruela claudia y melón muy fresco. Con un toque perfecto de acidez. De un paso muy suave y ligero que hizo que bebiese más de los esperado de seguido. La persistencia en boca no es demasiado larga, pero deja recuerdos florales muy agradables. Es una auténtica delicia. Un vino tan ligero que ni siquiera parece un vino de lo bien que entra.
Ante esta experiencia sensorial era evidente que si el libro conseguía hacerme evocar la fantasía de Alhambra resultaría una aventura sensacional. Y así lo fue.
Jajaja, me flipo yo sólo. Volvamos con el libro.

Se trata en mi opinión de una primera y segunda parte en las que Roberto sienta las bases para lo que vendrá, haciendo un ejercicio de contención para no desvelar todo lo que tiene en mente y, al mismo tiempo, ir dejando retazos continuos de un buen worldbuilding que, cada poco, suelta una perla que te anima a querer saber más.
He leído varias veces que se trata de una novela de corte renacentista. No sé. A mi se me asemeja más a un mundo con tintes árabes y orientales, en todos los sentidos, pese a que los tejemanejes palaciegos nos resulten Machiavelli, general, me ha gustado verla como una mezcolanza de culturas en la que predomina la árabe.
Por otro lado, se trata también de una novela con personajes realmente bien creados. Todos ellos tienen el recorrido adecuado y carisma suficiente para ser protagonistas independientes, al tiempo, que cada uno genera su propia trama, que supongo acabará confluyendo en un final que se me antoja puede ser apasionante.
Poco más quiero decir de los personajes pues todos ellos me parecen muy buenos.

Otro acierto resulta el sistema mágico, ya que no es magia Ad hoc, sino algo de estructura más delicada.
Existen cinco gremios denominados como "los que...", cada uno de ellos tiene un talento innato acorde a este nombramiento que, en algunos casos, pisa la frontera entre la magia y la habilidad especial, otorgando una sutileza muy interesante al sistema social. Si, si, al sistema social, digo bien, pues algo que prevalece en la novela, al margen de otras cosas son las disputas e intrigas políticas tanto a nivel palaciego como interracial, y el sistema de gremios resulta sumamente importante en estos tejemanejes.
Evidentemente todos los gremios resultan molones, pero no perdáis de vista a Los que huelen, harán las delicias de todo aficionado a la fantasía.

Como he dicho antes Alhambra maneja bien los tempos narrativos y, a través de capítulos cortos titulados como últimamente suele ser habitual tras la llegada de CdHyF (en este caso, en lugar del nombre de un personaje, el autor utiliza el del gremio), nos va intercalando la acción, con el descubrimiento, o las intrigas de palacio.
Acción, por otro lado, soterrada y no desbocada. El autor, como el buen narrador que de momento parece ser, va dejando entrever lo que va a suceder hasta un final explosivo en el que deja claro que la acción sin fronteras se encuentra en las continuaciones, pues todas las tramas han confluido hacia un desarrollo de enfrentamiento.
De hecho, los sucesos acaecidos con respecto a los nativos hacen prever una buena dosis de diversión. Son tantas las líneas de acción que, si sigue con el formato de novela corta que presentan estas dos primeras entregas, me resulta difícil que el autor pueda encontrar un final satisfactorio para todas ellas en corto número de novelas, salvo que haga un ejercicio de contención narrativo importante.

En fin, escribo esta reseña bastantes meses después de haber leído las novelas y, si bien es cierto, que en su momento no me pareció del todo redonda, si que recuerdo que me enganchó y me mantuvo en vilo, algo que no puedo decir de mucho de lo que he leído últimamente (aunque es verdad que la fantasía épica, heroica, medieval, o como quieras llamarla se va alejando despacito, despacito de mi vida).

En definitiva, se trata de un par de novelas que animo a leer sin tardanza. De lectura rápida y muy ágil y con todos los ingredientes de una buena novela de fantasía. Cortas, sin volúmenes de 800 páginas, cada uno que te quitan la vida. Por mi parte seguiré leyendo a Roberto Alhambra si lo sigue haciendo así de bien.
Vamos, ardo en deseos de que, habiendo publicado ya la tercera parte, termine la cuarta para poder comprarla en el mismo formato. ¡Qué ganas!

Enhorabuena Roberto.

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