domingo, 21 de febrero de 2010

La hija del dragón de hierro

Hacía tiempo que no leía una novela típica de dragones y saqué de la pila la que da título a esta entrada. Me he encontrado dragones, es cierto, pero de típica no tiene nada.

Jane es una niña humana trocada (algo que hasta bien entrado el libro no queda demasiado claro lo que es) que trabaja en una fábrica en la que todos los obreros son niños esclavizados, de toda raza fantástica conocida y por conocer, junto a jefes trolls y ogros y aristocráticos elfos como altos directivos.
Su trabajo consiste en la fabricación de dragones, máquinas mezcla de dragón, bombardero e I. A., utilizados para lejanas batallas.
La "plantilla" está compuesta por diversas facciones y grupúsculos y Jane convive en este ambiente opresor bajo jefes y compañeros que no dudarían en jugártela para ascender o asegurarse una vida más cómoda. Bajo esta atmósfera de esclavitud, opresión e injusticias, Jane busca la forma de escapar, y lo conseguirá al entablar contacto con un dragón próximo a ser desguazado.
Es a partir de este punto cuando la novela realiza un giro argumental acojonante y el autor parece chotearse de los lectores de fantasía que ya veían venir una buena novela de aventuras. Pues al escapar, llegarán a un pueblo como cualquier otro pueblo. El dragón quedará en estado latente y pasará a un 2º ó 3º plano (hasta casi el final), mientras Jane debe desenvolverse en un mundo con toques fantásticos (claro, debe haber fantasía), pero muy cercano en naturaleza al nuestro. Asistiremos al crecimiento y maduración de Jane. Se enfrentará a las vicisitudes de la vida, las mismas y del mismo modo que cualquier adolescente actual: los estudios, los amigos, el sexo, las drogas, la autoridad, el consumismo, etc.
Habremos perdido el norte y en varias ocasiones necesitaremos mirar la portada para recordar que era un libro de fantasía lo que pretendíamos leer.

El leit-motiv de la novela me lo tomo como "apechuga y continua". La vida es como es, con sus cosas buenas y sus cosas malas y hay que sobreponerse para continuar. Cosa que, como he dicho, no esperaba encontrar cuando empecé a leer.

Michael Swanwick ha creado una novela compleja y atrayente, pero que puede echar para atrás a los lectores más impacientes, a aquellos que buscan la fantasía más típica.
Es una novela muy bien escrita y con un lenguaje muy descriptivo, aunque es cierto que algunos pasajes pierden intensidad.
Podremos encontrar diversas subhistorias dentro del argumento principal, como la historia del hombre pálido, la de la bruja Peg, la de la doctora Nemesis o la de la Lamia, que son una auténtica delicia y para mi han constituido lo mejor de la novela, pues me ha sacado de la lasitud que arrastraba por el mundo adolescente y cáustico de la novela, a través de ecos de otras vidas, muy interesantes, por cierto.
Desde luego hay mucha originalidad en la novela: la fábrica, con su marcada ambientación steampunk que me fascina; los dragones, esas formidables máquinas pensantes y autónomas en las que se imbrican y complementan magia y tecnología pues son gobernadas por grimorios mágicos y, a modo cyber, deben ser manejadas por pilotos que se conectan neuralmente a ellas; la nanosociedad creada por los Meryons, seres diminutos que se comunican con el dragón llegando a ser sustitutos de Jane; el tratamiento de la magia como algo más académico que técnico. He de decir que Jane cursa estudios de alquimia, con una infinidad de asignaturas). De hecho, una vez descubierta la magia sexual, se dedicará casi en exclusiva a ella para obtener lo que desea, llegando a ser una experta tanto en las artes amatorias como en el campo "mágico-tántrico", por llamarlo de alguna forma. No hay más que leer la cantidad de escenas de sexo explícito que protagoniza. Y lo que me pueda dejar en el tintero.
La ambientación en general está muy bien lograda y he disfrutado con un pueblo, una sociedad que se guía por determinadas festividades y llegando a realizar sacrificios humanos al estilo de antiguos cultos. por ejemplo, el pasaje de la fiesta del diezmo es formidable.
Los personajes constituyen uno de los puntos fuertes de la novela, están realmente bien definidos en general, pero Jane se lleva la palma (como debía ser). Su transformación, como el mundo la va cambiando poco a poco y el odio y la venganza van concentrándose en torno a ella al ver la injusticias del mundo hasta descubrir que el suicidio no es la solución.

Aunque también es cierto que a pesar de todo el sabor de boca que me ha dejado ha sido muy agridulce, las últimas páginas se me han hecho eternas y he ido dilatando el enfrentarme a una cantidad de páginas que habría leído en un santiamén, durante varios días. Hay además algún arco argumental introducido por Swawinck que no me ha quedado del todo claro, como es el caso de las reencarnaciones de Acu, si es que esto es lo que son (tal vez porque no he sido capaz de situarlo correctamente en el esquema mental que tengo sobre esto).

En definitiva, una novela rara, muy diferente, extremadamente original y muy, muy atrevida, con diferentes registros de lectura. No dejará a nadie indiferente, para bien o para mal, y en mi caso merece una relectura.

3 comentarios:

  1. a mi me defraudo mucho esa novela, creo que la idea original de un ciber-dragon y su piloto podria haber dado mucho juego para muchas cosas y se queda en ....? en que se queda ?
    en una especie de "denuncia social" ??

    Como a ti, el final me dejo bastante perdido.

    Particularmente no la recomiendo a nadie, pero si alguien se atreve, que no compre el libro, que ya se lo vendo yo y me quito un ladrillo de encima.

    saludos

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  2. Hombre, yo tampoco creo que sea un ladrillo. Lo que pasa es que el chasco que te llevas es enorme porque no cumple las espectativas de fantasía que buscabas en un principio. Yo, de hecho, tengo la intención de releerlo algo más adelante, pero esta vez sabiendo lo que me voy a encontrar. No obstante, te entiendo perfectamente.

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  3. Tiene pinta de ser muy interesante, me la apunto. Si quieres más "fantasía" original, léete si no lo has hecho ya "El árbol familiar" de Sheri S. Tepper. Eso sí, si todavía no la has leído, no consientas bajo ningún concepto que nadie te cuente el final. Sería para matarlo/a, que con esta novela en concreto sí que te la habrían arruinado. Tampoco leas muchas reseñas por si acaso.

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