sábado, 19 de marzo de 2011

Mihai. Mi historia junto a un strigoi

Hacía tiempo que no leía nada de vampiros, y el título de esta novela me pareció lo suficientemente sugerente como para una historia de vampiros clásica, o eso pensaba, y decidí leerla.
Reconozco que la reseña me ha resultado un poco difícil de escribir pues, si bien la novela no es lo que esperaba y le he encontrado muchos puntos negativos, el resultado final ha sido satisfactorio.

Texto de contraportada
Una mujer strigoi, Marietta, ha dado a luz a varios hijos sin que se sepa quién es el padre, pero será asesinada por sus enemigos y más tarde resucitará con la ayuda del padre de Mihai, su último descendiente. La escena de la resurrección será presenciada por Iván, uno de sus hijos, aunque de distinto padre, quien a partir de ese momento odiará a Mihai, su hermano, y posteriormente se aliará con Dimitri, uno de los mayores enemigos de los strigoi.
Mihai será educado por la hermana de la madre y su marido, quienes tienen buen cuidado de que no se sepa quién es él realmente para así preservarlo. Con el tiempo, el niño crece y acabará matando a sus tíos, además de participar en dos acontecimientos históricos: la Revolución Francesa -Mihai conoce a María Antonieta y predice su muerte-, y la II Guerra Mundial, llegando a beber la sangre de Hitler.

A ver, por un lado, empecé a leer la novela, y llevaba 50 páginas cuando no había visto nada especial. Sólo veía puntos negativos como, por ejemplo, el hecho de que Mihai se alimente exclusivamente de malhechores, algo que me parece ya muy visto para intentar aparentar cierto grado de humanidad en un vampiro; y, si no hubiera sido porque la novela se lee de un tirón, tal vez no la habría acabado, en cuyo caso, habría errado.

El estilo de Macu Marrero Lemes es seco y directo, sin concesiones, y ofreciendo toda la crudeza cuando es necesaria y toda la sensibilidad si se requiere, pero adolece de ciertos defectos de carácter gramatical, con algunas faltas de ortografía, voces cambiadas de algunos personajes y, en alguna ocasión, falta de coherencia gramatical a lo largo del texto. La técnica narrativa que utiliza Macu Marrero en este libro se convierte en un arma de doble filo, pues es realmente arriesgada y hay que ser un experto para dominarla a la perfección. La autora estructura el libro en muchos capítulos cortos que comprenden tres líneas temporales diferentes y que se entrecruzan entre sí para dar sentido y explicación a cada una de las otras dos. De este modo, los capítulos van saltando entre el pasado y el presente así como entre unos personajes y otros continuamente, mezclando los hechos entre sí en diferentes marcos temporal consiguiendo confundirme hasta que he sido capaz de asimilar tanto salto seguido. Complica más la cosa el hecho de que las elipsis no están bien ejecutadas, de tal forma que en varias ocasiones son necesarios algunos segundos de reflexión para poner en orden las ideas. Pero decía que es un arma de doble filo, por que este método tan arriesgado, no perfectamente ejecutado, acaba dando sus frutos, pues una vez has entrado en esta dinámica la aceptas como Norma y entras en el juego, observando que, si bien no se trate de una historia de vampiros como esperaba, si es realmente original, pues a través de pequeñas pero infinitas pinceladas va creando un mosaico donde cada pieza encaja en un tapiz aún mayor. Un tapiz donde el abuso y el maltrato a la mujer están muy presentes, donde no siempre cada uno escribe su destino, a veces otros lo escriben por ti. Un tapiz donde la libertad tiene un precio y donde la prisión puede otorgar una eterna libertad.

Una vez salvado el escollo de la elipsis se puede observar que la trama está bien urdida y que la autora ha utilizado la mitología rumana y eslava pervirtiéndolas en su propio beneficio para crear
una mitología oscura pero modernizada. Así, los strigoi, que en la mitología rumana son las almas de los muertos que se levantan para atormentar a los vivos, se han convertido en algo superior a los vampiros a que estamos acostumbrados. Ambos, strigoi y vampiros, mantienen una lucha encarnizada por el poder, valiéndose de los humanos a su antojo y buscando un objeto de poder, una mandíbula prehistórica que otorga un poder que poco a poco se va entre viendo y, habrás de descubrir por ti mismo si te interesa. En este punto, tal vez, pondría alguna objeción en cuanto a los capítulos históricos de María Antonieta o Hitler, los cuales me parecen traídos por los pelos para hacerlos encajar en la trama. Una trama que como he dicho se va volviendo más interesante a medida que avanza la novela y vemos como el paso del tiempo no es más que la manipulación a que strigoi y vampiros someten al humano en sus juegos políticos para obtener la mandíbula, hasta que inevitablemente aparece el amor en la vida de Mihai. Un amor verdadero que los hará sufrir, a ambos, y en distinta medida.

En cuanto a los personajes, decir que están, en general, suficientemente bien desarrollados como para sentir cierta empatía y afecto por un ser que no lo merece, como Mihai; un odio atroz por Dimitri, ya desde su primera aparición en escena; y, habiendo sido Lorraine, la co-protagonista junto con Mihai, el personaje que menos me ha hecho sentir, será porque estoy un poco harto de los amoríos entre adolescentes y vampiros pero, aunque observo que Lorraine arrastra una carga emotiva y social mayor y expele cierto aire de fatalidad, no me ha hecho sentir demasiado, al menos por el momento.

La novela queda completamente abierta para su continuación, dejándonos a Lorraine en Londres, apartada de Mihai, y sin poder salir de Inglaterra, pues ya se ha convertido en Strigoi (y que conste que no descubro nada que no se sepa desde el principio), y con Mihai en estado de letargo (no está muerto, pero ha quedado paralizado y necesita tiempo para poder recuperarse). Si incluimos que el padre de Mihai, convertido en un ser repulsivo y encerrado en una pecera está en poder de los vampiros, y que el actual estado de Mihai es obra de los familiares de Lorraine en un intento de protegerla, tenemos todos los ingredientes para pensar que la continuación de esta novela puede ser muy interesante.

En definitiva, una novela que gustará al publico enamorado de las actuales corrientes vampíricas, aunque no creo que esa fuera la intención de la autora. Considero que no es una novela redonda, de hecho presenta ciertas carencias, pero, en mi caso, me ha gustado lo suficiente como para que me haya picado el gusanillo de querer leer la segunda parte, y eso ya me parece algo digno de elogio.
No puedo acabar sin agradecer a Ediciones Atlantis, el que me lo haya hecho llegar.

4 comentarios:

  1. Este son el tipo de reseñas que nos sirven a los autores para mejorar.
    Yo tengo muchas ganitas de echarle el guante a esta novela, espero que no tarde mucho en leerla.

    Un saludo.

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  2. Hola Laura

    Pues muchas gracias. No estaba seguro de haberme explicado como pretendía. Me alegro de que te haya gustado la reseña.

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  3. ¡Hola, Macu! Suena muy interesante. No sabía nada de todo esto. Me alegro mucho. Ya te diré algo cuando la lea.
    Un abrazo

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  4. Hola,
    Hace poco también escribí la reseña y también mencionana el lio que puede provocar los saltos temporales, pero como has dicho, luego todo va encajando.
    Es cierto, no es una novela para ese corriente de libros juveniles romanticones y prácticamente copias. Creo que aspira a ser algo más. Macu tiene que mejorar algunas cosas, pero la sobra talento para ello :)

    Un saludo.
    Te agrego a mi lista de blogs :)

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