jueves, 14 de enero de 2010

El Secreto del Bosque Viejo

Incluido entre los Fundamentales de Fantasía por la extinta Cyberdark.net (suscrita por el gran Javier Negrete), está considerada como una de las obras principales de Dino Buzzati. Si lo unimos a la maravillosa experiencia que me proporcionó El desierto de los Tártaros, entenderéis que El secreto del bosque viejo deba ser una entrada obligatoria en El Tintero.

En esta historia se narra la vida del General Sebastiano Procolo a partir de su jubilación, momento en el que se hará cargo de administrar unas tierras que ha heredado. En sus dominios se encuentra el Bosque Viejo, un bosque centenario que respira vida por los cuatro costados.
Acostumbrado a la disciplina militar, Sebastiano es un hombre serio y taciturno que no aprecia a nada ni a nadie, ni siquiera a su sobrinito Benvenuto, estudiante en un internado que suele pasar las vacaciones con él.
De forma paralela se nos narra la historia del viento Mateo, el viento más importante de la zona durante mucho tiempo.
Con el paso del tiempo, el General comprenderá que la naturaleza es algo mucho más importante de lo que pensaba, que los seres del bosque siempre se lo han intentado hacer saber. Descubrirá que el tiempo pasa y lo verdaderamente importante son los hechos y el recuerdo que la gente guardará de ti en base a esos hechos.
El viento Mateo también entenderá que el tiempo pasa y la juventud se acaba al observar como las nuevas juventudes te sobrepasan.

Animales que hablan, juicios presididos por animales, duendes de los árboles, incluso vientos con mucha personalidad, hacen que la obra se convierta en una bella fábula destinada, a mi parecer, más a los adultos que a los niños, ya que hay un importante componente de crecimiento y evolución personal que estos últimos no alcanzarían a comprender sobradamente.
El general Procolo es un hombre autoritario, rígido, pero que al heredar las tierras comenzará a sentir una insaciable ambición como no había sentido antes, llegando incluso a intentar asesinar a su sobrino en repetidas ocasiones. He de confesar que he tardado bastante en comprender el porqué de esta obstinación repentina por matar al chiquillo y después, me he dado de cabezazos contra la pared al entender algo tan simple.
Pese a no ser el personaje principal, el viento Mateo es el personaje que más me ha gustado. Ver su transformación paulatina de "señor" de la zona a mero monigote me ha imbuido de cierta tristeza al echar la vista atrás y visualizar el paso del tiempo; al sentir que por mucho que intentes recuperar el pasado, sólo queda su recuerdo en tu interior; o lo aceptas y tratas de avanzar, evolucionar hacia otra cosa, otro estado, o... en fin, el viento Mateo no fue capaz de aceptarlo.

Buzzati vuelve a hacer gala de una prosa ligera y rápida, pero para nada vulgar; no sé cómo explicarlo, con poética ligereza: dentro de la parquedad de la prosa se descubren cantos a las palabras.
Hay escenas realmente bonitas: la reunión asamblearia de los animales; la lucha de los vientos, que nos arrancan una sonrisa y nos acercan a la niñez; o la escena del general en la nieve (al final) que nos encojen el corazón.

En fin, tiene de todo lo que una buena y bonita historia debe tener... y aun así, no sé porqué no me ha acabado de convencer. No tengo argumentos negativos, pero hay algo que no me termina de llenar. Tal vez sea porque tras El desierto de los Tártaros es muy difícil que Buzzati vuelva a superarlo. Tal vez sea que no era el momento de leerlo: los libros, como los buenos vinos, tienen sus momentos, y saborearlos fuera de su tiempo no suele dejar un buen sabor de boca.
De lo que sí estoy completamente convencido es de que no le he prestado toda la atención que debiera, no lo he leído de la forma en que Buzzati se merece. Algún día lo volveré a intentar. Tal vez, entonces, yo también deba mirar atrás.

2 comentarios:

  1. Buen comentario, si señor, pero creo que no te ha acabado de convencer porque como bien dices, la comparas con el desierto de los tártaros (que no he leído) Quizá no es que el momento de la lectura de El Secreto... haya sido malo (ni bueno), sino que en el momento de la lectura de El desierto... no esperases tal impacto. Es probable que si hubieras dejado pasar más tiempo entre ambas lecturas te hubiera resultado más grato

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  2. Hola Miguel
    Probablemente tengas razón. Tengo claro que lo volveré a intentar dentro de algún tiempo.

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