jueves, 24 de diciembre de 2009

Avatar

No soy buen crítico de películas, de hecho soy bastante malo: si algo me entra por el ojo, me gusta. Simplemente.
Soy, además, bastante purista con lo que conozco de antemano y si me gusta mucho, no soporto que se toque nada. Así me pasó con Las dos Torres de Peter Jackson, que acabé marchándome del cine a mitad de la película.
En definitiva, que siempre me predispongo a buscar algo que me pueda decepcionar, con lo que como dice el refrán, "busca y encontrarás". Casi siempre salgo decepcionado.
Pero no era este el caso. He ido hace un par de horas a ver Avatar de James Cameron únicamente guiado por el trailer televisivo, nada más. Y he de decir que he salido entusiasmado del cutrecine al que he ido. No la he visto en 3D, cosa de la que ahora me arrepiento, pero aun así, me lo he pasado pipa.

La película viene a contar una historia bastante manida y con una moralina muy acorde para estos tiempos que corremos:
La humanidad ha acabado con los recursos naturales de La Tierra y se ha lanzado al espacio para explotar otros planetas. Pandora es un planeta especialmente importante, pues posee un mineral de escasa gravedad, lo que hace que su precio sea desorbitado. Como es natural, los humanos (con una pinta de americanos que no hay por donde cogerlos) pretenden extraerlo todo, cueste lo que cueste y pasando por encima de lo que haga falta.
Los nativos se rebelarán y combatirán para mantener vivo su planeta, y nunca mejor dicho, pues todo el planeta en sí, está vivo, creando una compleja red neural que une toda forma de vida. Hasta tal punto que acabará proporcionando ayuda en la batalla definitiva.

Evidentemente mi resumen es demasiado simple y omito detalles importantes de la trama, pero sólo pretendo dar una idea general de lo que, al fin y al cabo, va la peli.

Son muchos los elementos hard interesantes, como el desarrollo de la biosfera, la evolución de las especies, las conexiones neurales mencionadas, etc. que pueden estar mejor o peor desarrolladas, pero lo verdaderamente llamativo es el escenario: Pandora es un planeta dotado de una riqueza visual espectacular, con unos efectos vegetativos y geográficos espectaculares y unos efectos fluorescentes por la noche que te dejan con la boca abierta.

¿Qué la historia es simple? Es probable.
¿Qué hay fallos? Por supuesto, ¿dónde no los hay?
Pero sin lugar a dudas, Avatar es un festín visual, una maravilla para los sentidos con una plasticidad de imágenes inusitada. Una fantasía ecologista, que a modo de Ferngully, te arrastra escena tras escena.
Es una peli que merece la pena ir a ver (aunque sólo sea por la belleza visual). A mi me ha encantado, y a mi hijo de 7 años no te digo ná', incluso se levantaba de la silla para dar palmas en el desenlace final.

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