jueves, 26 de junio de 2014

Los dientes de los ángeles

 Jonathan Carroll es, para mí, epítome de disfrute. En esta ocasión, Los dientes de los ángeles, como no podía ser de otra manera, me ha gustado, pero supone una seria bajada de listón frente a otras novelas suyas mucho más entretenidas e interesantes. Menos mal que he empezado diciendo que J. C. era epítome de disfrute ¿no?

En mitad de sus vacaciones en Cerdeña, Ian McGann conoce a la Muerte en un sueño. Esta promete responderle cualquier pregunta que le formule, pero si él no consigue comprender sus respuestas, tendrá que pagarlo con la vida.

En Los Ángeles, la actriz Arlen Ford ha dejado de ser feliz. Lo abandona todo y se traslada a Austria, donde encuentra a un apasionado corresponsal de guerra. Desde el principio, Arlen se da cuenta de que se trata del hombre al que ha estado esperando toda la vida.

Y en Viena, Wyatt Leonard, enfermo terminal, descubre de repente que posee el poder de resucitar a los muertos. La convergencia de estos tres destinos conforma el núcleo de esta novela.

Así reza la sinopsis de contraportada de este Los dientes de los ángeles.
antes de continuar, os aviso que tal vez sea fácil encontrar algún spoiler.

Si no recuerdo mal, Bones of the moon fue el primer libro que leí de Carroll. Por aquel entonces no tenía el blog (creo que ni siquiera sabía lo que eran, aunque no hace tantos años de aquello ;) ) y no recuerdo casi nada de lo que iba pero, recuerdo que me gustó tanto, me pareció tan fresco, fantástico y realista a la vez; el estilo de Carroll me pareció tan engañosamente sencillo, y el sentido de la maravilla del que se habla tanto últimamente, impregnaba cada página que no pude resistirme a hacerme con otras dos novelas suyas en inglés, Sleeping in flame y The land of laughs, ante las que caí rendido. Continué por esta línea, y me hice con White apples y Glass soup (este último si llegué a reseñar aquí). En ese momento Carroll ocupó un lugar de privilegio en mi biblioteca. 
Decidí cambiar el norte, por comodidad más que otra cosa, y empezar a leerlo en español. Tan sólo he leído dos novelas traducidas, y ninguna de ellas me ha impresionado tanto como las leídas en su idioma materno. El mar de madera me pareció buenísima, realmente buena, pero el surrealismo me pareció mucho más pretendido; más potente pero también más buscado a propósito, no sé si me sé explicar. Una buenísima novela repito, pero no me impactó tanto.
Ahora me lanzó con Los dientes de los ángeles, en el que Carroll aborda el tema de la muerte. Un tema recurrente en la bota del autor, ya que todas las novelas anteriores han sido visitadas por la dama de negro y, en todas ellas, hay un elemento fantástico-exóterico, cuasi filosófico que intenta mostrar significados alternativos a los grandes enigmas ocultos de la vida y el espíritu.

En principio esto era lo que pensaba, y lo que me animo a empezar por Los dientes antes que por El museo del perro o El fantasma enamorado, ambos en la recámara.
Pero me equivoqué. ¿Quiere esto decir que es una mala novela?
Para mi no lo es, pero me reconozco fan irredento del autor y, por tanto, algo parcial en mis opiniones al respecto.

En esta ocasión el autor continua desplegando con su pluma una novela muy agradable de leer. Carroll escribe de tal forma que las palabras parecen cantadas más que leídas y, antes de que te des cuenta, has leído un capítulo y otro y otro.
La premisa de partida resulta también muy atractiva, y anima a leer, a la espera de encontrar el detonante que convierta la aventura en un tour de force psicodélico, pero ese momento no llega y, poco a poco, la novela se va convirtiendo en un ente lineal, sencillo y agradable de leer pero que no nos dice nada.
Los capítulos, en si mismos, gustan, y resulta muy interesante el cambio de voces en los mismos, ya que Carroll introduce narraciones epistolares y grabaciones de audio alternados con capítulos en primera persona.
También los personajes resultan "majos" pero algo simplones ya que ambos están hastiados de vivir y, deprimidos, observan el mundo que les rodea con ojos ya nublados.
En cambio, en esta novela, el heraldo de la muerte me ha resultado un gilipollas integral y pese a las perrerías que pueda hacer para joder una vida, el concepto que propone Carroll respecto al trato que la muerte dispensa a una u otra persona en función de como le diga según lo vivido en un remedo kármico, no ha terminado de convencerme.

En general me ha parecido más una novela a medio camino de un ensayo en la que Carroll se permite disfrutar de la muerte como elemento fantástico siempre presente que, además, decide el destino de muchas de nuestras acciones inmiscuyéndose en ellas.
no puedo decir que sea una mala novela ya que a mi me ha gustado pero, desde luego no está a la altura de las anteriores.
Creo que la novela está bien pero las expectativas que crea el autor y el inicio de la novela, van diluyéndose poco a poco hasta convertirse en una especie de diálogo entre la muerte y dos moribundos en los que la primera deja claro que siempre hemos estado a su merced.

Leedla, si queréis, es entretenida pero, si no habéis leído nada de este autor antes, empezad mejor por El mar de madera, y si se os da bien el idioma de Shakespeare, lanzaos sin duda a por una de sus obras sin traducir.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Pues creo que no conocía a este autor pero el título de las novelas que has nombrado me llaman mucho, y la portada del reseñado en español es muy bonita. Por lo que has comentado creo que su estilo también me gustaría, así que me lo apunto, ;).
    Un saludito,
    Esther.

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  2. Hola Esther
    Jonathan Carroll es un autor que seguro que te gustará, leas lo que leas de él.

    Un saludo y gracias por la visita

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