viernes, 31 de diciembre de 2010

Mujer abrazada a un cuervo

Mujer abrazada a un cuervo. El título me impactó de lleno en la frente. Fue leerlo y tener una extraña sensación, una conexión que me hizo desearlo. Puede ser una auténtica tontería, quizás, pero es el único motivo por el que me decidí a leer este libro y, he de reconocerlo, no me arrepiento.

La muerte de un bebe con síntomas de peste bubónica en Lortia, Navarra, cuatro siglos después del último caso en el valle, alerta a Gabino Montenegro, un erudito en biología molecular internacionalmente conocido, de la importancia del caso. Para ello insta a su hija, Cruz, una joven próxima a licenciarse en medicina para que lo estudie. Cruz, con la ayuda de un brillante compañero, Michi, acuden al pueblo para investigar lo sucedido. El pueblo es reacio a ayudarlos pero Cruz tiene un as en la manga, una extraña y peculiar habilidad.

Me ha gustado este libro. Es cierto que no es una novela redonda y que, a mi modo de ver, la trama resulta algo sosa en su desarrollo, pero he de reconocer que lo he devorado, con un resultado final muy satisfactorio.
La prosa de Ismael Martínez Biurrun es muy elegante, sin ser recargada está poblada por multitud de metáforas que otorgan presencia poética a las escenas. Un estilo muy agradable, llano pero culto, pese a que pueda parecer contradictorio.
La trama engancha. Martínez Biurrun logra crear una atmósfera de misterio ante los hechos, que nos hacen querer descubrir lo sucedido, tanto en la actualidad como en el pasado. Nuestra mente no hace más que pedir una solución al caso, pero este resultado no llega y la investigación se limita a entrevistas y viajes al pasado por parte de Cruz que esclarecen lo ocurrido entonces, algo que, por otra parte, tampoco me ha gustado, me he sentido decepcionado, me ha parecido tramposo. porque me parece una salida muy fácil la de poder obtener una prueba directamente del foco temporal necesario y conveniente. Mientras que con el caso actual, la hipótesis que los protagonistas han aventurado no se verá ratificada
hasta las últimas páginas del libro y, hasta entonces, la sensación es la de: "sí, el libro está bien, me está gustando, pero ¡joder, queréis resolver ya lo del bebé!"
Sin embargo, me ha sorprendido la forma d encajar el texto entre las dos novelas... ehhhhh.... bueno realmente no son dos novelas, pero son dos textos que se han de entrelazar entre sí: por un lado los sucesos de la vida real y por otro las andanzas de Cruz en el pasado. Y digo que me ha sorprendido porque al empezar a leer el libro (como ni siquiera sabía de que trataba) me encontré con que a las pocas páginas el capítulo se cortaba de golpe y empezaba en una página nueva que revelaba cosas que no tenían nada que ver con lo anterior para poco después volver a pasar lo mismo, y comprendí lo que sucedía: los cambios de escenario en el tiempo o entre el mundo etéreo y el real, se hacen con una especie de fundido en blanco, de tal modo que el texto se corta de golpe, para aparecer en la página siguiente desde el punto de vista de unos ojos con una perspectiva completamente distinta a la anterior. Una original jugada que, ya digo, al principio me hizo pensar que el libro estaba defectuoso.

Por otro lado, los personajes están bien desarrollados y en las 300 páginas que componen el libro, Ismael es capaz de dotarlos de un fuerte grado de humanidad con apenas unas pocas pinceladas, ya sea por medio de los trastornos alimenticios de Cruz, por la necesidad de afectividad real de Michi o por las consecuencias que acarrea una tremenda fama en el caso de Gabino, por ejemplo. aunque, evidentemente, la habilidad de Cruz, ya sea proyección astral o bilocación (ya sé que no esto no viene al caso, pero yo tenía un personaje con nivel 12 en este poder en un antiguo juego de rol, ¡toma frikada que te crío! ) hace que cobre un protagonismo absoluto, pero rebuscando en el fondo veremos que la importancia de los demás radica en las interrelaciones entre ellos, dejando un poso importante para la reflexión ética, social y emocional, abriéndonos un buen abanico de situaciones que nos inducen a ello: la relación entre el deber profesional y la familia; entre los diferentes miembros de una familia; entre la amistad y el amor; el pasado y el presente, con los archiconocidos interrogantes que despierta el cambiar el pasado; etc.
La bien perfilada ambientación de Lortia en el siglo XVI nos mostrará la sencillez de un pueblo que lucha contra la peste, al tiempo que la teme por encima de todo, y nos presentará la figura del untador, el cuervo de la peste, (figura que en sus hábitos con similares objetivos puede haber persistido hasta nuestros días).

En definitiva, una buena novela. Recomendable sin duda, pero al que, para mi gusto, la habilidad de Cruz, si bien es cierto que consigue una interesante hibridación entre la fantasía y el thriller y nos aporta varias escenas impagables, le hace perder mucha gracia a la investigación, como he dicho antes. En cualquier caso, una novela que se bebe y saborea con gusto. Un autor que no conocía y que con seguridad volveré a leer.

2 comentarios:

  1. Tengo este libro (y firmado por el autor ¡yuju!) desde hace un par de meses (en esa pila monstruosa que me acecha desde la mesilla). Lo leeré en breve. Seguro que me gustará tanto como sus otras dos novelas.

    Earendilion, tienes que animarte a leer Rojo Alma, Negro Sombra. Es una maravilla.

    ¡Feliz 2011! Abrazos :)

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  2. Hola Susana, gracias por la visita.
    Una vez terminado el libro ojeé un poco la bibliografía de Ismael y la verdad es que me interesó tanto Rojo Alma como Infierno nevado, así que en cuanto pueda hacerme con alguno de ellos me pondré con él.

    Felices fiestas y que entres el año con mejor pie que con el que acabas (¡y ya es decir!).

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