Primera incursión que hago en el universo literario de Mircea Cărtărescu. He flipado. No tenía claro si me iba a gustar, pues suelo desconfiar de las recomendaciones superelogiosas y, con respecto a Cartarescu tenía algo de ello pero, he de reconocer, que me ha encantado.
En el ruletista se narra la historia de un hombre que flirtea con la muerte a través de la ruleta rusa, aquel juego tan famoso consistente en retar al destino con una bala dentro de la recámara de un revolver y el cañón del mismo sobre la sien. Pues bien, el ruletista se enfrenta a situaciones cada vez más difíciles de superar, en las que las posibilidades de supervivencia se reducen exponencialmente.
Un cuento de apenas 60 páginas (incluido el prólogo) escrito con una sobriedad tan elegante y delicada que apabulla. Un cuento realmente duro, con una historia que engancha. Sencilla a simple vista, pero que encierra reflexiones que oscurecen el alma.
Cărtărescu nos muestra dos caras antagónicas de la vida: El joven que lo ha perdido todo, al que no le queda nada y la suerte lo ha abandonado; y el anciano escritor que ya lo ha conseguido todo y espera pacientemente la llegada de la dama de negro. Es este anciano el que hace las veces de narrador, mostrándose airado con la buena suerte del ruletista, pese a comprender que con sus actos no está sino demostrando que que está definitivamente desahuciado y que la mala suerte se ha convertido en su fiel amanta hasta el punto de negarle la muerte.
Una historia bellamente narrada que culminará asombrando al lector por su inverosimilitud rayana en lo fantástico, pero que pondrá la piel de gallina al más pintado.
Cărtărescu nos acerca al lado más oscuro del hombre, aquel que en la antigüedad hacía que los hombres acudiesen al circo a ver a un hombre despedazado por una bestia; aquel que hace que en la edad moderna se acuda a ver a un hombre enfrentarse a un revolver con seis balas en el tambor y aun así se anima a apostar dinero.
A pesar de la corta extensión de esta nouvelle, si es que puede dársele este nombre (que no lo sé) me parece observar un cierto cariz político de rebeldía y enfrentamiento a la ortodoxia, así como de lucha contra el destino predeterminado y una cierta querencia por el azar y la improvisación.
La historia de dos hombres que simbolicamente ansían lo que posee el otro. Una reseña muy corta para un relato tan grande pero que espero sea suficiente para picaros la curiosidad y hacer que una tarde de vuestra vida la superaprovechéis con la lectura de El ruletista.
Una magnífica obra que animo a leer sin tardanza. Por mi parte, tardaré mucho en olvidarlo.
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