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jueves, 12 de agosto de 2010

Génesis


Me regalaron este librito para mi cumpleaños. Yo no había oído hablar de él, pero entiendo que quien me lo regalo (mi hermano), debió pensar que me gustaría. ¿Y qué puedo decir? Acertó de pleno. No es que aporte nada nuevo a una historia o, mejor dicho, una idea bastante explotada, pero me gustó sobremanera.
Génesis debería encuadrarse por pleno derecho en la categoría de Ciencia-Ficción, pero Salamandra, tal vez para aumentar las ventas, lo ha editado en su colección de narrativa más generalista, no obstante, cualquier lector curtido en estas lides no necesitará más que unas pocas páginas para ver que la novela no es otra cosa sino una distopía en la que la idea central que subyace en el texto comprende la metafísica de las Inteligencias Artificiales.

En el año 2075 una pequeña isla ha resistido el envite de la peste que ha asolado el mundo. Para ello se han aislado mediante una barrera marina que vigilan cual soldados fronterizos.
La sociedad de esta remota isla ha evolucionado hacia una república utópica, de hecho recibe el nombre de República de Platón. Así, Anaximandro, una joven estudiante se somete a las pruebas para acceder a la Academia, el órgano pensador y de Gobierno de la República. Su especialidad es la vida de Adan Forde y las preguntas de examen oral pondrán a prueba los conocimientos y paciencia de Anaximandro, al tiempo que le harán descubrir una terrible verdad.

Como he dicho, Bernard Beckett no descubre nada nuevo. La idea principal es brillante, pero está hiperviolada, aún así, el tratamiento empleado es muy original y el giro final, aunque se puede entrever, no deja de ser impactante.
Beckett escribe con mucha fluidez y soltura creando un texto fácil y ameno, apto tanto para el público adulto como para un público más juvenil.
La exposición de la vida de Adan a través de las preguntas de examen es bastante interesante, con representaciones holográficas de los momentos más interesantes, de modo tal que dejan de ser narraciones en tercera persona para convertirse casi en hechos reales, digo casi porque están algo manipuladas por la inspiración de la alumna, pero de este modo ganan en efectividad.

Como en toda obra de ficción especulativa que se preste hay elementos muy interesantes, cómo: la utópica civilización enclavada en la distopía presentada, aunque poco a poco iremos viendo que la tan cacareada república está fuertemente manipulada por los estratos más poderosos del estado, que sólo piensan en lo mejor para el pueblo; los diálogos entre el hombre y la máquina, cada vez más áridos e hirientes y que en determinados momentos ponen los pelos de punta; o la eterna lucha ente el hombre y la I. A. por demostrar que uno está vivo y el otro no, bien sea por las argumentaciones sobre la predominancia del razonamiento frente a las pasiones o por las cualidades que hacen a un ser vivo considerarse como tal, en particular, el siguiente párrafo me pareció muy bello y elocuente y define la postura central de Adan frente a Arte, la I. A.:

" Cuando hablo contigo, puede ser que mis neuronas se disparen, que mi laringe vibre y que se produzcan mil procesos electroquímicos, pero si crees que soy sólo eso, es que no has entendido nada. Tu programa te ha privado de la verdad más profunda.
Yo no soy una máquina. ¿Qué puede saber una máquina del olor a hierba mojada por la mañana, o del llanto de un recién nacido? Yo soy la sensación del calor del sol en mi piel; soy la sensación de una ola fría rompiendo sobe mí. Soy los lugares que nunca he visto, y que sin embargo imagino cuando cierro los ojos. Soy el sabor del aliento de otro, el color de su pelo.
Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida, Soy el pensador que piensa en el pensamiento.
Soy curiosidad, soy razón, soy amor y soy odio. Soy indiferencia. Soy el hijo de un padre, quien a su vez era hijo de otro padre. Soy la razón por la que mi madre reía y la razón por la que lloraba. Soy asombro y soy asombroso. Sí, el mundo puede pulsar tus botones cuando pasa por tu sistema de circuitos. Pero el mundo no pasa a través de mí. Se queda en mí. Yo estoy en él y él está en mí. Yo soy el medio a través del cual el universo se ha conocido a sí mismo. Soy eso que ninguna máquina podrá fabricar nunca. Soy el significado".

No obstante, esto no conseguirá amilanar a Arte, que intentará sacar partido de su mayor intelecto y cuya contrapartida me parece muy interesante al intentar demostrar porque las I. As. son superiores a los humanos, por ejemplo, el concepto de la cuarta evolución me ha parecido que hay que cogerlo con pinzas y con dos dedos, pero es bastante bueno.

Los personajes son muy emotivos y están bien desarrollados, observándose notoriamente su evolución personal a lo largo de la novela, especialmente la de Adan y en menor medida la de Arte, aunque como se verá no todo es lo que parece y no podremos dejar de preguntarnos si realmente estamos tan cerca de la tan cacareada singularidad tecnológica.
Poco más puede decir pues, aunque la reseña queda un poco corta, todo lo que me viene a la cabeza deviene es spoiler. En definitiva, una novela que atrapa al lector desde el principio y que va incrementando en intensidad hasta un final impactante y muy logrado. Recomendable.

2 comentarios:

  1. pues de una manera u otra me he cruzado con esta novela varias veces y, aunque he estado tentado a comprarla, al final no me he decidido. Tomo nota de tu recomendación y dado que no es un tocho de 500 páginas, cosa tan de moda últimamente, igual me decido a adquirirla en inglés. Saludos.

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  2. Es una novela perfectísima para leerla en la playita, bajo una sombrilla y acompañado de una buena cerveza. Algo totalmente refrescante.

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