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martes, 12 de febrero de 2013

La fortaleza

 Normalmente no suelo leer reseñas de las novelas que voy a leer hasta que he publicado las mías, pues quiero verme libre de opiniones de compañeros blogueros que al analizar la novela me generen expectativas o prejuicios. Después, sí suelo hacerlo, pues me gusta comprobar si mi opinión se asemeja a alguna, o si he captado, o no, la esencia de un libro, como el resto de camaradas. Ha sido posteriormente, al leer reseñas hermanas, cuando me he enterado de que la novela que reseño a continuación había sido llevada al cine, y yo no tenía ni idea, algo de lo que me he alegrado pues, de haberla visto, se habría extinguido lo que más me ha gustado del libro, la parte de intriga y misterio generada.

En plena Segunda Guerra Mundial, el paso del Dinu, en Rumania, constituye un formidable enclave estratégico. Allí, una vetusta fortaleza, extraña en arquitectura, se yergue solitaria. Un destacamento alemán decide instalarse en su interior en espera de poder regresa a Alemania. Sin embargo, un peligro se esconde en su interior, y cada noche morirá un soldado con el cuello desgarrado. 
Un equipo de las S.S. será enviado a solucionar el problema. Una vez allí, convencidos de que se trata de ataques de partisanos, pondrán a prueba sus crueles métodos pero no obtendrán el resultado esperado. Al buscar la forma de resolver el sangriento misterio serán informados de la existencia de un viejo erudito judío que podría ayudar. Sin pérdida de tiempo obligarán al judío, inválido, y a su hija a acudir a la fortaleza.

De la mano de F. Paul Wilson, Alamut nos ofrece una novela tensa. Donde el ambiente juega el papel más relevante. Un ambiente calmo, donde el tiempo parece no transcurrir pero que acumula la tensión en el aire; donde los minutos corren en pos de la llegada de una nueva gota de sudor surcando el rostro.
Es este el, para mi, aspecto más importante de la novela, aquel que destaca por encima de todos, porque la novela funciona realmente bien como thriller o novela de terror que te mantiene sujeto al sillón durante los dos primeros tercios de la misma, hasta que antes de que se descubra por completo el pastel, una vez se empieza a conocer la identidad del asesino, la novela empieza a decaer y pierde por completo el punto de tensión que la convertía en una novela muy original.
Wilson nos presenta una novela bien escrita, fluida a pesar de la tensión, y de pasajes oscuros donde la poca luz existente se convierte en una zona sombría.
Una novela bien estructurada en la que se observa muy fácilmente el típico esquema de introducción, nudo y desenlace. Partes que, por otro lado no aportan el mismo grado de satisfacción, (al menos a mí no) pues, como he dicho antes, la novela resulta casi redonda hasta una vez adivinado el asesino, convirtiéndose entonces en la eterna lucha entre el bien y el mal y resolviéndose finalmente, de forma apresurada y vulgar para mi gusto, al tiempo que abre la puerta a otras continuaciones que creo existen.
Wilson se vale del imaginario clásico vampírico para hacernos creer a nosotros, y a los personajes, que nos encontramos ante uno de estos legendarios y poderosos seres para después, con un golpe de efecto, sacarnos del engaño al que habíamos sido sometidos y dejarnos con un palmo de narices pues, probablemente, hubiera sido un enemigo más satisfactorio y una novela más redonda, si verdaderamente lo hubiera sido.
En cuanto a los personajes están bien desarrollados pero, en su mayoría, resultan estereotipados ya que aunque puede sorprender el enfrentamiento entre dos miembros del ejercito alemán, resulta compresible dado el carácter sádico y egocéntrico de los miembros de la S. S., algo que no tenía por qué ser compartido por todos los alemanes.
Una vez comentado sucintamente el estilo, la atmósfera y los personajes puedo centrarme en algún aspecto concreto que me ha parecido algo fuera de lugar. Se trata de cierto romance surgido entre dos de los protagonistas. Me ha resultado excesivamente precipitado y, quizás, prescindible dado el ambiente de la novela aunque tal vez sea necesario para otorgar distintos tipos de humanidad y existencia a ambos y ofrecerles un futuro compensativo de su pasado.

Pese a estos defectillos y a que mi primero impresión fue la de encontrarme ante una novela de hombres-lobo (no sé por qué), y no fue así, se trata de una novela muy entretenida en la que es fácil sumergirse y mantenerse pegado a las páginas.
No es una novela de terror, aunque el ambiente que se respira en la fortaleza hace que se le aproxime, pero da bien el pego para leerlo por la noche.
Una novela entretenida y disfrutable aunque, en mi caso, creo que no me ha aportado mucho más.

2 comentarios:

  1. Probablemente este no sea el lugar adecuado para mi comentario. No voy a hablar del libro, no lo he leído y confieso que no estoy segura de si lo haré en un futuro próximo. Pero creo que hay una marca bloguera personal que romper, no? Once es un buen número, pero en este caso, un 10 es mucho mejor ;-)
    En realidad sólo quiero enviarte unas palabras de ánimo y dos súplicas.
    En primer lugar, por favor, continúa con el blog. No se puede equiparar la escasez de comentarios en un blog con la falta de interés. Estoy segura de que lo sabes, aunque probablemente se te olvida de vez en cuando. Éste es mi feed-back:
    A MÍ ME GUSTA.
    Sé que no es gran cosa pero creo que debías saberlo. Sigue con el blog, es bueno, me gustan tus reseñas, tocas varias temáticas y eso siempre es positivo (al menos para mí). Tus análisis y reflexiones sobre trama y personajes son buenas, directas, y sin disecciones técnicas en las que yo personalmente me pierdo en ocasiones. Y sobre todo, compartes con nosotros las sensaciones que el libro provoca, o te provoca. Si te ha gustado y por qué, si es pausado, trepidante, si emociona, angustia o aburre, si invita a la reflexión. A mí, como mera aficionada, poco me importa el número y la calidad de los recursos literarios que el autor utiliza. Son fundamentales, son los ladrillos que construyen una novela pero su existencia casi siempre se escapa a mi percepción, se diluye en el todo que constituye la obra. Como ya he dicho, me interesa lo que una novela es capaz de despertar, y me gusta que nos cuentes su impacto emocional e intelectual.
    En cuanto a mi segunda súplica… hace unos meses comentabas en una entrada que una mala crítica no aportaba nada, yo te pido que lo hagas (si te apetece, por supuesto), Escribe sobre libros malos, regulares, o libros buenos que no te hayan gustado. Estas reseñas no sé si ayudarán al autor, pero a los simples mortales sí. Yo confieso haber disfrutado con libros malísimos, y terminado otros alabados por muchos con la más absoluta decepción. Como dije antes, la variedad siempre es positiva, en cuanto a géneros, calidad y opiniones, y todas las críticas aportan algo. Por descontado que la elección es tuya, es posible que el libro no merezca el esfuerzo de escribir una reseña, pero también es posible quedarse muy a gusto despotricando sobre algo que te ha decepcionado (tampoco es absolutamente imprescindible despotricar, pero relaja bastante).
    No sé si haber roto “la marca de los 11” te servirá de algo. Yo por mi parte te tendré vigilado ;-)

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    1. Hola Jana
      Muchas gracias por tus palabras, de verdad.
      Ya lo sé, soy consciente de que el interés despertado no tiene nada que ver con los comentarios recibidos. En su día Knut me indicó algo parecido pero, es cierto, que cuando te encuentras con que el esfuerzo que supone mantener el blog (aunque sea de forma semanal) no parece recompensado de forma algo más palpable, la ilusión decae algo, y las fuerzas para continuar se van espaciando en el tiempo. Ten en cuenta que al indicar, "Van 11" me estaba refiriendo a casi tres meses de reseñas sin recibir ninguna opinión algo que, también es cierto, no es lo más importante, pues lo que de verdad me atrae de este proyecto personal es sentirme a gusto conmigo mismo, y eso es algo que consigo escribiendo y sabiendo que alguien me lee.
      Palabras como las tuyas generan un aumento de la autoestima, que decae en estos casos y te hace pensar hasta que punto lo que se comenta será válido o interesante para alguien.
      Al final acabaré pareciendo un llorón pues cada año, en algún momento, me planteó abandonar el blog por pérdida de fe en lo que hago. No espero reverencia ni admiración, no es esa mi intención si alguien así lo piensa, simplemente son momentos de falta de confianza. De verdad, muchas gracias por tu apoyo.
      En cuanto a lo de escribir reseñas sobre libros que no me han gustado... el esfuerzo que supone escribir la reseña es lo de menos. Mi opinión respecto a no hacerlo va encaminado a que, en la vorágine económica en que nos encontramos sumergidos y, más en concreto, en el difícil mundo editorial, una crítica muy negativa es echar lodo sobre un escritor y, tal vez, no sea justo que un "don nadie" critique duramente una obra que a otros, tal vez de nuevo, más importantes en este mundillo les haya gustado más.

      Muchas gracias

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