Fantástico debut en la dirección de Duncan Jones, autor de la mas
reciente e irregular "Código fuente". Sin trucos. Sin artificios. Moon
no los necesita para ser una fresca, novedosa y evocadora película de
ciencia-ficción.
En un futuro no muy lejano, el hombre
encuentra en la Luna una fuente inagotable de energía solar que puede
ser extraída de las rocas lunares para su transporte y servicio en la
Tierra. Sam Bell cumple en pocos días sus tres largos años de contrato
en la estación de recolección de Lunar Industries, con la única compañía
de un robot parlante, acercándose por tanto su ansiado y esperado
retorno a su hogar. Su mujer y su hija le esperan. Ya es hora de volver
a casa. Sin embargo, poco se esperaba Sam tener un accidente justo en
ese momento, y, tras recuperar la conciencia, enfrentarse a algo con lo
que no imaginaba. No está solo.
Éste es el punto de
partida que Moon nos propone y, con todo el juego que ello pudiera dar,
no se nos intenta marear con una serie de interrogantes a cada cual mas
misterioso, ni trata de sorprendernos con una vuelta de tuerca tras
otra, esas no son sus señas. De hecho, sus cartas son mostradas bien
pronto. Duncan coge un puñado de elementos y envuelve con ellos el film
para transformar "2001: Una odisea en el espacio" en un drama de lo mas
humano. No, no estoy diciendo que sea una copia barata y lacrimosa de la
obra de Kubrick, de hecho se parecen como un huevo a una castaña, pero
bien es cierto que mucho recuerda a ésta. El ejemplo mas claro: Gerty,
IA de la estación lunar y que acompañará a Sam en toda la película, nos
trae a la memoria inevitablemente a HAL 9000, Inteligencia robótica de
la película de Kubrick. Por otra parte, las miras de Moon son mucho mas
limitadas, no pasará a ser trascendental. Duncan trata de ofrecernos una
buena película de ciencia-ficción a la vieja usanza , apenas sin
efectos especiales, y es quizás esto lo que hace a Moon tan especial.
Imprescindible
hablar de otro Sam, Rockwell, que pone carne y voz a su homónimo en la
pantalla. Pues bien, su trabajo aquí es enorme. Se carga en la espalda
todo el peso de la cinta, y es que salvo contadas apariciones y la
mencionada presencia de Gerty, doblada en su versión inglesa por un
ilustre como Kevin Spacey, sera él protagonista absoluto del
largometraje. Rockwell supera el reto con creces, y nos demuestra un
talento que mas quisieran para sí colegas suyos de mucho mayor caché.
Y
hablando de nombres ilustres, no se puede olvidar uno de Clint Mansell,
compositor de la banda sonora de Réquiem por un sueño entre otras y que
aquí conforma uno de sus mejores trabajos. No disfrutaríamos de Moon
plenamente sin su música. Ni viceversa. Me va a costar quitarme de la
cabeza las composiciones del señor Mansell, aunque, por otra parte,
tampoco es que quiera.
Como único pero, destacar que la
versión doblada sale perdiendo aquí con la original mas de lo normal en
estos casos. El trabajo no pasa del correcto, y es una pena no poder
encontrar un doblaje a la altura de lo mostrado por Sam Rockwell.
Para
el recuerdo nos quedan escenas como esa desoladora imagen del vehículo
lunar con la esfera terrestre como telón de fondo, o el descubrimiento
de la "sala secreta".Moon esconde mucho y bueno, pero para eso hay que
pagar cierto peaje y tener algo de paciencia. Quien esté dispuesto a la
espera encontrará un tesoro.
La Cita:
Sam Bell: "Quiero Chocolate. Ya eres bastante dulce. No necesitas Chocolate "
Hola!
ResponderEliminarEstupenda reseña. Sin duda se trata de una gran película, todo un descubrimiento y un ejemplo de cómo hacer una película de ciencia ficción con ideas donde los efectos especiales están al servicio de la historia, y no al contrario.
Quien busque acción trepidante, no la encontrará en 'Moon', pero si le das una oportunidad, quedarás hechizado.
Saludos!