Mi interés por La chica mecánica deviene exclusivamente de mi gusto por las traducciones de Manuel de los Reyes o, dicho de otra forma, si el traductor de dicha novela no hubiera sido él, probablemente no me habría llamado tanto la atención una obra ganadora de tantos premios. Por eso cuando me enteré de que Manuel era el traductor y leí los elogios que dedicaba al autor de la novela, yo que, a pesar de que el blog lleva abierto casi dos años, sigo siendo un novato en estas lides, le solicité ayuda vía facebook para obtener la dirección del servicio de prensa de la editorial, algo que amablemente me consiguió tras realizar las oportunas pesquisas. La respuesta positiva de Plaza y Janés fue rapidísima y desde aquí les agradezco a ambos, traductor y editorial, la ayuda y el envío del libro.
La situación medioambiental y socio-política que vive el mundo en la actualidad sirve de base para esta novela de marcado carácter distópico ambientada en el siglo XXII. Así, ninguno de los problemas que nos aquejan se han resuelto y han continuado su evolución hacia un futuro peor.
La secuencia de eventos catastrofistas que narra Bacigalupi resulta bastante plausible y, por ende, aterradora.
De éste modo nos encontraremos con un planeta hiper-superpoblado en el que el aumento de temperatura y, quizás la manipulación genética, han propiciado la vuelta de enfermedades ya extinguidas y la aparición de nuevas plagas que acarrean hambrunas colosales y megacorporaciones que dominan la alimentación a nivel mundial gracias a la transgenización alimentaria. Los combustibles fósiles se han agotado y los vehículos a gasolina son un lujo que muy pocas personas en el mundo se pueden permitir, por lo que los medios de transporte se limitan a la tracción animal y humana y, la energía se obtiene a través de biomasa y de la utilización de gases combustibles como el metano o de la generación de energía a través de síntesis de microalgas.
La tecnología se ha venido abajo y los ordenadores de las grandes empresas han quedado obsoletos, en cambio, Japón ha desarrollado notablemente la biomecánica, creando seres artificiales llamados neoseres, prácticamente indistinguibles de los humanos salvo por sus movimientos sincopados, y que son destinados a diversos usos con la orden principal de servir.
Con estos antecedentes y alguno más, Bacigalupi nos sitúa en Krung Thep, la capital de Tailandia, un reino que ha permanecido independiente del resto del mundo y que, por tanto, ha sido capaz de subsistir, entre comillas, apartado de él. De esta forma, las vicisitudes de muchos y variados personajes se intrincarán en una obra coral que paso a paso nos hará ir descubriendo los cambios que ha sufrido el planeta, y los objetivos de cada uno de ellos nos sumergirán en una aventura en la que, además, nos debe quedar claro un futuro realmente desolador.
Cada uno de los grupos de poder y también los sectores más oprimidos tiene su representante protagonista en la novela, de modo tal que su visión nos introduzca más en el mundo del que procede. Así, Anderson será el espía de una importante empresa alimentaria que busca descubrir nuevas semillas escondidas en Tailandia bajo la tapadera de directivo de una empresa fabricante de muelles percutores acumuladores de energía; Hock Seng será el camisa amarilla (chino-malayo) huido de su patria por el fanatismo religioso y que pretende forjarse un nuevo destino a costa de su jefe, Anderson; May es una pobre niña tailandesa obligada a trabajar para poder malvivir; Carlyle, el ejecutivo ávido de poder; el general Pracha, la cabeza directiva del Ministerio de Medio Ambiente que lucha por mantener al pueblo tailandés alejado de los intereses extranjeros; Akkarat, su contrario, Jefe ministerial de Comercio, que ansía abrir las fronteras de Tailandia al resto de mercados; Jaydee, jefe de los camisas blancas y máximo acicate de la lacra forastera; Kanya, su segunda al mando y que nunca sonríe, pues guarda en lo profundo de su corazón, un secreto tan grande como su odio;
Gi Bu Seng, el mago de la genética, capaz de modificar o alterar genéticamente casi cualquier cosa, un hedonista que disfruta de los últimos años de su vida escondido de las grandes empresas; y, como no, Emiko, la chica mecánica, protagonista de esta historia, cuyo único anhelo es ser tratada con respeto y que ansía la libertad. A través de su pellejo reviviremos explícitas escenas de tortura sexual, y seremos cómplices del desbordar del vaso de su tolerancia, pues no será sino ella la que acabe convirtiendo esta novela en un tour de force desenfrenado y a la ciudad de Krung Thep en un campo de batalla. Todos estos personajes y muchos más dotan a la novela de un vibrante realismo y nos permiten disfrutar de ellos y sentir sus anhelos,esperanzas y temores de una forma vívida.
Hay que reconocer que la novela arranca de forma bastante lenta, quizás durante demasiadas páginas, y puede llegar a resultar cansina para el lector impaciente, ávido de acción pero, también es cierto que Bacigalupi utiliza estas páginas para, con un lenguaje algo denso al principio pero más correcto y preciso y bastante más ágil al final, ir desgranando la situación mundial poco a poco, como el caer de la fruta madura y, si se tiene la paciencia suficiente para captar el fresco al completo, una vez se produce el desencadenante de la revuelta (momento a partir del cual la novela se agiliza enormemente gracias a una acción trepidante encadenada por cortos capítulos), la historia cobrará un nuevo sentido y estos cientos de páginas lentas se habrán convertido en un trasfondo casi tan real como el suelo que pisamos.
La novela incita a la reflexión de muchísimos aspectos, como la manipulación genética de los alimentos y sus consecuencias, ya sean o no intencionadas; las intestinas luchas entre los diversos intereses de los poderes fácticos; la apertura a nuevas culturas y alternativas; el trato humano hacia lo desconocido, lo diferente e incluso el maltrato hacia el humano al que se considera inferior; la lealtad, la amistad, el odio, entre otras y, como no, el destino hacia el que estamos llevando al plante y su eclosión ecológica si no somos capaces de cambiar el rumbo de ésta.
Hay quien dirá que la novela es extremadamente alarmista y catastrofista,proveniente del típico profeta loco de Greenpeace, y quien dirá que la intención del autor es el proselitismo puro y duro. a mí, en cambio, me parece que no es nada de esto y el mensaje es claro, debemos aprender de nuestros errores y hacer un esfuerzo real, en lugar de plasmado en papeles, por respetar lo que queda de éste nuestro mundo.
En mi opinión, me parece una novela bastante realista, con un futuro no solo muy plausible sino, de seguir así las cosas, más que probable ( en su mayor parte, claro). !Quizás yo también sea demasiado alarmista!
En cuanto a la edición, decir que es una edición más que correcta, en tapa dura y un formato muy elegante y, que puedo decir de la traducción del Sr. De Los Reyes, para mi francamente buena y, como neófito que soy, imagino que difícil por tanto argot orientaloide.
No sé si realmente merece tanto premio, pues no he tenido el gusto de leer a sus contrincantes y, por tanto, no puedo juzgar, pero tengo claro que es una buena novela y que las nominaciones son merecidas.
Como siempre, todo esto no deja de ser mi opinión, claro.
Very interesting, simplemente por el hecho de que describe ese mundo probable del que hablas me llama la atención, ya que me interesan ese tipo de novelas, en parte porque soy pesimista respecto al futuro que la humanidad está forjando para el mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
Tengo la cifi tan oxidada que casi la habia olvidado. Los últimos "novelones" o autores de reciente renombre me han dejado entre triste e indiferente.
ResponderEliminarSupe de esta novela por el blog de Nacho, y me entraron unas ganicas de interés, ahora que confirmas su interés en cuanto lo vea me lo tiro al gaznate. Al menos en cuanto acabe la fiebre que me ha dado con los comics.
Un abrazo, y gracias por la entrada anterior, es un regalo para mi.
Eso sí, te has leido el peor libro de Hrabal, no todos están a la misma altura, cuando te topes con Una soledad demasiado ruidosa me dirás. Es imposible que no te llegue.
Este libro ha sido el primero de cifi que ha leído mi novia y le encanto. Lo tengo en la lista de pendientes, a ver que tal, aunque tiene buena pinta.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarA mi me ha parecido muy interesante, desde luego, aunque es bien cierto que le cuesta mucho arrancar y hay que ser paciente.
Knut: me parece que me va a ser difícil conseguir Una soledad demasiado ruidosa, está descatalogado y sólo lo consigo encontrar en catalán y... como que no es lo mío. Probablemente me acabe haciendo con Trenes rigurosamente vigilados un poco más adelante.
Gracias a los tres por la visita.
Hola me puede la curiosidad jajajajaj ¿que era lo de la foto del concurso? un saludo
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