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jueves, 9 de junio de 2011

De mecánica y alquimia

Como ya he dicho en varias ocasiones, no soy un gran lector de relatos y, no por que no me gusten, sino porque se me olvidan muy rápido. Es por eso que casi siempre leo novelas, por que las retengo más tiempo en la memoria. Pero hay veces en que algunos relatos o antologías de ellos me llaman poderosamente la atención y no puedo esquivarlos, como en el caso del libro que da título a esta reseña, que tras escuchar varias voces sobre sus virtudes y conocer un poco el gusto del autor por los automatismos, me animé a leer.
Como es lógico, no todos los cuentos me han gustado por igual, de hecho, alguno de ellos no ha logrado satisfacerme, como pudiera ser el caso de Res cogitans pero, en general, me han cautivado, y el conjunto final me parece un artificio exquisito
Esta antología está formada por once relatos y un epílogo que, en conjunto, resultan sumamente interesantes, por lo que los resumiré brevemente:

* El libro de los instrumentos incendiarios: Abu-l-Hakim b' Alí al-mustansir, jefe de policía de la taifa de Toledo, debe investigar la muy misteriosa desaparición de Al-nasir, escriba del rey. Poco a poco descubrirá que los secretos de un libro tienen la culpa de lo sucedido.

* El relojero de Praga: Tras construir el famoso reloj de Praga, el relojero Hanus de Ruze será privado de la vista, para que nunca más pueda volver a reproducir su gran obra. La venganza del hundido relojero no se hará esperar.

* Lapis philosophorum: Un simple monje francés descubre que uno de sus superiores practica artes alquímicas. Dotado de una extraña capacidad que le hace tener visiones premonitorias profetizará la destrucción del convento. Su actitud le valdrá la expulsión del mismo.
Las visiones de este simple monje francés serán posteriormente conocidas en todo el orbe terrestre.

* La maldición de los Zweiss: Una pequeña tarántula de plata supondrá la maldición para la familia Zweiss. A partir de que uno de los hermanos es picado por la misma, los hermanos Zweiss se convertirán en el azote de las aldeas y el terror para los habitantes de las mismas. Nada escapará al siniestro poder de los malvados hermanos.

* El pescador de esponjas: Un joven buzo pescador de esponjas observacomo su cuerpo se va metamorfoseando poco a poco.

* El faro de la isla de Os Baixos: Dos parejas van a una isla que se dice desierta con la intención de abandonar allí a una de las esposas para, después, entre los tres, poder repartirse sus bienes y hacienda. Pero entonces, si la isla está desierta ¿por qué el faro despide su luz cada noche?

* El sueño del monstruo: Nos encontramos en el Londres victoriano donde, un escritor sin éxito, pero con mucha imaginación, se permite corregir a Mary Shelley en su Frankenstein o considerar su literatura superior a la de Kepler o a Tennyson.

* Res cogitans: En el vagón de un tren, un grupo de filósofos discuten sobre la comunicación entre el pensamiento y la materia.

* Te inventé y me mataste: Un curiosísimo caso de como un autómata adquiere conciencia y acaba con su creador.

* Brigada Diógenes: Los miembros de la Brigada Diógenes son los nuevos héroes. Todo el mundo los adora. Son los encargados de acabar con la nueva plaga: los afectados por el Síndrome de Diógenes.

* Pasajero 1/1: En un tiempo futuro en el que el mundo se está muriendo, impregnado de fétidos vapores y lluvias radiactivas, un vagón de tren arriba a una estación largo tiempo abandonada. En su interior, un ser con cuerpo quitinoso y metálico.

Ya desde el principio es fácil sentirse atraído por el elegante estilo
de Muñoz Rengel. A pesar de tratarse de cuentos que tratan temas, en su mayoría poco novedosos, el lenguaje cuidado y preciosista, pero nada pedante, del autor nos lleva de la mano a través del recorrido que conforman sus historias.
Es cierto que no todas las historias me han parecido al mismo nivel. Así, Res cogitans no me ha gustado y, El pescador de esponjas o El faro de la isla de Os Baixos no han llegado a estar a mi alcance: no tengo muy claro si no me han llegado por que no los he entendido del todo o, en cambio, no los he terminado de entender y, como consecuencia, no me han satisfecho.
Pero, sin embargo, hay otros cuentos que son auténticas piezas maestras como, La maldición de los Zweiss, en la más pura línea de unos oscuros hermanos Grimm; Te inventé y me mataste, una magnífica pieza de orfebrería que conjuga un, para mí, distópico futuro alquímico, con un asesinato de difícil explicación; o Brigada Diógenes, donde la limpieza de las basuras por parte de un grupo especial nos sumerge en una dura crítica a la sociedad moderna.
El conjunto está verdaderamente bien logrado, de tal modo, que los textos siguen una línea temporal controlada, a la vez que comparten un mecánico, o alquímico, nexo de unión a lo largo de los mismos desde el inicio en el Toledo medieval hasta un futuro en que la humanidad está próxima a su extinción.
En el escolio final, Juan Jacinto Muñoz Rengel nos somete a un último juego pues escrito en simetría espejada será necesario dicho espejo para poder leerlo.

En suma un magnífico ejercicio literario que solicitará un fuerte compromiso por parte del lector, que deberá paladear suavemente cada texto, para sumergirse después en los posos que hayan quedado diseminados por su cortex cerebral, para obtener un sentido más que coherente entre todo lo oculto.

En definitiva, esta colección supone una nueva forma de contar cuentos, una nueva forma de percibirlos y que debe perdurar en el tiempo pues, cada uno de ellos es una perla deliciosa.
Un libro altamente recomendable.

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