martes, 24 de mayo de 2011

Sondela

La tecnología de la Tierra ha avanzado considerablemente. Los implantes de personalidad (persochips) están a la orden del día. La red global de comunicaciones ha crecido y mejorado hasta el punto de ofrecer conexiones directas por medio de implante, sin necesidad de computadoras. Pero no en todas partes es así.
Hace 20 años, el continente perdido de La Atlántida emergió a la superficie en medio del Atlántico, dando lugar a una cultura diferente y razas de leyenda. Em Esta tierra prometida no funciona la tecnología, pero si lo hace la magia.
Los antiguos dioses helenos han regresado, así como los faunos, cíclopes, centauros, y la magia; y con todo ello, una filosofía de vida diferentes y una nueva forma de explicar el mundo.
El asesinato en la isla de Madeira de un siervo de un poderoso miembro del estado atlante pondrá en marcha una investigación que hundirá sus raíces en un complicado triángulo amoroso y en un gran complot político.

¿Cómo describir lo que ha supuesto para mi la novela de Rodolfo Martínez? Francamente, se me hace bastante difícil. Ha resultado una novela muy agradable e interesante, por momentos hipnótica y con muchas virtudes pero, que en parte, esas bondades han hecho que la novela también me haya decepcionado. Vamos a ver si a lo largo de esta reseña consigo explicar lo que quiero decir.

Sondela es una novela ambiciosa. En ella, Rodolfo Martínez despliega su poderío como narrador y con un lenguaje elegante y muy vistoso, portador de un magnífico lirismo en ocasiones, nos ofrece un fantástico ejercicio estilístico, una auténtica performance literaria que brilla por su diversidad de tonos y voces. Con una original estructura que alterna los tiempos, los trasfondos y los protagonistas, nos sumerge en un continuo cambio de voz narrativa y tiempo verbal según quien sea el susodicho narrador.
Sin embargo, esta originalidad estructural se convierte en bipolar cuando resulta fácil perderse y cuesta un poco adaptarse a la misma, habiendo (en mi caso), capítulos que he comprendido poco y capítulos que me han parecido excelentes, como la primera parte, digna de las mejores novelas negras, o como el capítulo "Nacerán leyendas", que pudiera parecer una licencia de autor para saltarse algo peliagudo de sostener y que, en cambio, a mi me ha parecido un toque de efecto realmente espectacular que aviva la imaginación más portentosa de cada uno.

La caracterización de los personajes también me parece muy bien desarrollada, con personajes como Quiron o Akademos, con una personalidad fuerte y arrolladora que rápidamente nos hace epatar con ambos, aunque pudiera parecer incongruente; o con del detective Campos o la capitana Fátima, que se sitúan en altas esferas de credibilidad y nos envuelven en sus pesares; sin embargo... también aquí hay un punto negro, en la figura de Nerea, un personaje realmente importante, pues forma parte del origen de todo y, sin embargo, aparece muy desdibujada. No me cabe duda de que esa era la intención del autor y, posiblemente, el resultado sea el más satisfactorio, pero deja cierto regusto amargo.
Otro aspecto a resaltar es la ambientación. Un escenario magistral que abre muchas expectativas y está, en parte, bien desarrollado pues se disfruta del trasfondo helénico, y la mezcla con la civilización terrana con toques cyberpunk es altamente interesante y atractiva pero... geográficamente vuelve a quedar desdibujado y me ha resultado dificultoso situarme y saber donde se desarrollaba gran parte de la acción.
Me hubiera gustado poner los pies en la Atlántida o en las zonas fronterizas, las cuales podrían resultar, si cabe más interesantes.

Observo también cierto toque humanista en la novela, en la rpesencia del debate racial y la xenofobia intercontinental, así como ciertos toques filosóficos en la figura del "conócete a ti mismo" por ejemplo.
Sin embargo, como dice Admeto: "Si se me ha escapado algo tan tonto como eso, ¿Qué otras cosas se me estarán escapando? Así, por ejamplo, no he llegado a entender del todo la confrontación de las dos concepciones del funcionamiento del universo (será por mi ascendencia terrana), pero si me ha parecido una interesante reflexión con respecto a la existencia de dioses en nuestras vidas y nuestra forma de verlos.
En realidad esa es una de las mayores virtudes de esta novela y de toda la literatura de rodolfo Martínez en general, el ofrecer una diversidad de matices tal, que según la experiencia del lector se encontrarán una u otra lectura, con unos u otros elementos interesantes, pues su habilidad no sólo estriba en lo que dice y en cómo lo dice, sino que resulta mucho más importante lo que no dice y, me temo, que yo me pierdo mucho de eso que no cuenta.

Pese a estas desavenencias reconozco que es una muy buena novela, con momentos de gran brillantez y lirismo y, como dice el autor, recomiendo leerla disfrutando de la música procedente del Amarok o el Incantations de Mike Olfield, aunque yo he disfrutado mucho de ciertos pasajes, al son del Adiemus de Karl Jenkins

En definitiva, una novela muy recomendable. Entretenida y muy original, desconcertante y con múltiples lecturas. Tal vez he sido demasiado crítico, pero eso no lo hace menos cierto.

2 comentarios:

  1. No la conocía y viendo el argumento y tu reseña parece bastante interesante, asi que habrá que meterla en la lista de pendientes.

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  2. Hola Gallofa. A pesar de que le haya puesto algún que otro bache, te la recomiendo sin reservas. Realmente es muy buena novela.
    Gracias por opinar.

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