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miércoles, 12 de mayo de 2010

Maske: Taeria


Vance. Poco he leído de Vance: creo recordar que la trilogía de Lyonesse y algún que otro cuento. Por eso me decidía leer Maske: Taeria, porque sus cuentos me gustan bastante más que sus obras más largas, y Maske se aproxima más a una novela corta. era la ocasión de darle a este Gran Maestro una nueva oportunidad, pues si bien la trilogía de Lyonesse me había gustado, me había defraudado en cuanto a técnica literaria, resultándome una escritura algo infantil, no sé, desdibujada o mejor dicho, demasiado desenfadada y alegre.
Maske: Taeria me ha vuelto a mostrar ciertas carencias, pero en general he quedado contento con la novela.

Jubal Droad es el hijo menor del Clan Droad, de Glentlin. A la muerte de su padre el título nobiliario pasará a manos de su hermano y él partirá a Taeria con la idea de hacer fortuna. Con la carta de referencia que le entrega su tío llegará a la ciudad, llegando justo en el momento en el que su previsto futuro mecenas se encuentra en una importante reunión del Consejo. Allí, descubrirá que el hombre que estuvo a punto de matarlo tiempo atrás es un importante miembro del Consejo: su nombre es Ramus Ymph. Tras contarle a Nai el Hever lo que sabe de éste, se ganará su favor (favor condicionado) y será contratado en el departamento tercero de la oficina de Seguridad e Higiene.
Pero Jubal no se contenta con un puesto de escasa importancia y al conocerse que Ramus Ymph ha partido de viaje, se le encomendará seguirlo y espiarlo. Esto le hará viajar a remotos y muy diferentes lugares. sus pesquisas le harán descubrir una trama que poco a poco se complicará hasta intrincarse en su propia persona.

El estilo agil y dinámico de Vance, unido a las coloristas ambientaciones y a las pocas páginas,
hacen que esta novela se lea muy rápido y no aburra, aunque también es cierto que la incursión de Vance en la propia misión de Jubal Droad es demasiado simple y no incita a maravillarse.
Dicho de otro modo, Jubal Droad exhibe unos pasos en la persecución bastante simples; la mayoría de ellos completamente intuitivos y viscerales, guiados, sin ningún tipo de tratamiento deductivo serio. En muchos casos estas deducciones quedan completamente escondidas al lector.
Pero evidentemente, es en el background creativo donde a Vance siempre se le ha reconocido su buen hacer, y aunque en esta obra no hace alarde excesivo de buen "xenosociólogo", si que crea unas bases sociales bastante llamativas e interesantes:
* La sociedad Tariota, con sus claras distinciones entre clases. Una burocracia firme y cerrada que prima por encima de cualquier valor.
* La sociedad de Eiselbar, en la que lo único realmente importante son las transacciones comerciales. El volumen de negocio es la base de la sociedad. Resulta muy interesante y llamativo, aunque quizá (poniéndome en su lugar) sea insoportable a largo medio o largo plazo, el sistema utilizado para crear la condición emocional: todo el mundo lleva un complejo sistema musical que emite sintonías de acorde a un estado emocional deseado, de tal modo que existe la posibilidad de un condicionamiento emocional para una situación u otra de acuerdo a lo que nos interese.
* El pueblo Wael, en el que existe una sintonía total con la naturaleza.
* La nación del mar. Marinos independientes, mal considerados y que se autodefinen como una nación por derecho propio.

por otro lado están los personajes, a cual más odioso. Entre los personajes principales ni uno solo me ha parecido atractivo; todos son personajes ruines y ambiciosos. En algún caso, como en el del protagonista de la historia, Jubal Droad, llega a resultar mezquino, avaricioso en extremo y cargante a más no poder con sus insinuaciones continuas de querer más dinero y beneficios.

He de decir que la novela no está mal del todo y resulta entretenida, aunque tras leer el capítulo introductorio se me había hecho la boca agua y esperaba algo más que una pequeña novela pseudo-detectivesca.

De nuevo como podéis ver, la entrada es más corta de lo habitual, pero entre lo liado que estoy y que poco a poco voy perdiendo las ganas...

2 comentarios:

  1. Ánimo amigo, que no decaiga el interés, somos pocos, pero los que somos rastreamos la red para encontrar reseñas tan buenas como las que editas en tu página. Lo dicho ánimo.

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  2. Muchas gracias Parsick, palabras como las tuyas son las que hacen que uno siga adelante.
    Mientras tenga seguridad de que alguien lo lee, habrá fuerza.
    Muchas gracias, de verdad.

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